Las varices son la consecuencia final de un proceso crónico de insuficiencia venosa, es decir, que las venas no son capaces de subir la sangre hacia el corazón en contra de la gravedad y, por tanto, se dilatan.
El tratamiento de varices se desarrolla en sesiones avanzando en cada territorio pero con un orden preestablecido y comenzando con las varices más gruesas (azules) para terminar en las más finas que son telangiectasias y arañas vasculares (violetas y rojas).
Al día de hoy las técnicas más utilizadas en este tratamiento son:
- Quirúrgicas: Flebectomía total o parcial.
- Médicas: Esclerosis clásica o con espuma y fotoesclerosis láser.
Para poder obtener un buen resultado en el tratamiento, es necesario combinar varias técnicas, cada una en el tipo de variz más adecuado, y por tanto el profesional dedicado a ello debe dominas todas ellas.